dissabte, 11 de gener del 2014

FACTORES INTERPERSONALES DEL PROCESO E-A


Continuando en la línea de la anterior entrada, paso a detallar ahora los factores inter-personales que intervienen en el procesoE/A
INTERACCIÓN MAESTRO ALUMNO.








EXPECTATIVAS DEL MAESTRO:


Los maestros mantienen unas expectativas con respecto a sus alumnos que pasan por tres en tres fases, las cuales mencionamos a continuación:

En una primera fase, los maestros tienen una perspectiva de futuro basándose en informaciones previas y en el primer contacto con los alumnos, en otras palabras, se basan en  su primera impresión.

En una segunda fase, los maestros crean expectativas de cómo aprenderán, que rendimiento tendrán, siendo esta situación un condicionante  para la retroalimentación de cada uno de los niños con el maestro. Dentro de esta segunda fase podemos distinguir tres situaciones:

- Actitud de apego: de los alumnos que no exigen demasiado a los maestros dando señales de buen comportamiento y con un rendimiento bueno en las tareas que el maestro demanda.

- Actitud de indiferencia: hacia los niños que no responden a las expectativas del maestro, niños inquietos y molestos para el propio maestro por la actitud que tienen de plantarse preguntas.

- Actitud de preocupación: hacia los niños que no rinden demasiado pero que presentan un alto grado de esfuerzo, los que tienen ganas de trabajar.

- Actitud de rechazo: hacia los alumnos que rinden poco, que exigen demasiado y que son concebidos como hostiles.

En una tercera fase, la mayoría de los alumnos reaccionan delante de tratamientos educativos de forma diferente. La mayoría de los niños suelen adaptarse a las expectativas que el maestro tiene sobre ellos.
CONTEXTO ESCOLAR:


Cuando nos referimos al contexto escolar, nos estamos refiriendo a todos los aspectos a tener en cuenta tanto directamente como indirectamente que afectan a los alumnos. En este punto podemos destacar la teoría de los sistemas ecológicos, basada en la noción de que para comprender completamente el desarrollo debemos tener en cuenta la forma en que las características únicas de un niño interactúan con los entornos de ese niño. El entorno es considerado como una serie de estratos interrelacionados, de los cuales lo más cercanos al niño tienen un impacto más directo y los más alejados influyen en el niño más indirectamente.
Bronfenbrenner postula que el niño cuanto más relacionados tenga todos los elementos que le rodean, en nuestro caso, con el contexto escolar, mayor potencial de aprendizaje tendrá. En este modelo ecológico el niño se encuentra en el centro y a partir de este punto se van realizando todo tipo de conexiones. Dicho modelo encierra una serie de estructuras ambientales que conectan diferentes niveles relacionados con el ser humano y donde éste se relaciona y convive tanto directamente como indirectamente. Los niveles a los que nos referimos son los siguientes: microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema. El microsistema es el nivel más cercano al sujeto, e incluye los comportamientos, roles, y relaciones característicos de los contextos cotidianos en el que participa, como pueden ser la familia, los amigos, la escuela… El mesosistema comprende las interrelaciones que se producen entre dos o más microsistemas, como la relación que se establece entre la familia y la escuela. El exositema entiende aquellos factores que no intervienen directamente en el sujeto, pero que si repercuten en su entorno más próximo, como por ejemplo el trabajo de los padres. Por último, el macrosistema engloba la sociedad, la cultura y el momento histórico en que nos encontramos.
Una de las principales funciones de la escuela es la planificación de un conjunto de acciones intencionadas para la progresiva ampliación de los entornos que se ofrecen o se ponen al alcance de los niños y niñas.

(Os enlazo con mi blog de primero , pues como podréis ver dediqué una entrada al rol de maestro y recordarla en estos momento me parece interesante)

PERSONALIDAD DEL MAESTRO:


Todo maestro, al igual que cualquier persona, está definido por su propia personalidad. Según Secadas hay una serie de características que definen a los maestros, situándoles entre dos extremos o polos:

*     El maestro afectivo y emocional: que expresa comprensión, con una alta capacitación de empatía para conectar con los alumnos y que trabaja las emociones de sus alumnos.

*     El maestro intelectual y directivo: que presentan una eficacia alta en los recursos didácticos, siendo coherente en todos los aprendizajes al mismo tiempo que trabaja (previa preparación) todos los contenidos escolares.

Aunque podemos observar estos dos tipos de personalidad, normalmente los maestros presentan características de ambos polos, pero según Secadas, dependiendo del número de cantidad de características que tengan dichos maestros se situarán en un polo u otro.

*     o el autogobierno, trabajando los aspectos individuales sin hacer agravios comparativos.

Los estudios realizados con estos roles en los maestros dentro de los grupos de los niños y niñas seleccionados, derivaron a diferentes reacciones en los niños y en diferentes grados de agresividad entre los propios niños.

LA EFICACIA DEL DOCENTE.
Hasta hace poco, la enseñanza tenía como eje principal al maestro, su obligación se limitaba  a explicar los diferentes contenidos  con poca responsabilidad en el aprendizaje de los niños. Si éstos aprendían, el docente era eficaz, por el contrario, si los alumnos no progresaban, la responsabilidad recaía en los pequeños. Este enfoque hoy está totalmente descontextualizado y ya se asume que la enseñanza tiene su razón de ser, no porque exista un maestro, sino porque hay alguien a quien enseñar algo y éste es el objetivo de la acción pedagógica.
Por este motivo, la personalidad y los roles del profesor analizados en otros puntos anteriores, son tan importantes a la hora de enseñar, pero sin  olvidar la eficacia de su trabajo. Entendemos como eficacia la cualidad de proveer al máximo las oportunidades de aprendizaje a los alumnos. Aunque dada la amplitud del término, y las investigaciones al respecto, hemos intentado hacer una selección de las características que pensamos que debe tener un maestro eficaz:
*    Partir de los intereses de los alumnos: capacidad de los educadores para consignar y dar cauce a cada una de las  necesidades de los pequeños.
*     Los profesores utilizan diferentes recursos  renunciando a la rutina de hacer siempre lo mismo, innovando en sus prácticas educativas.
*    Trabaja con las familias: implicar a los padres a que participen en la vida escolar y ayuden a sus hijos en las tareas.
*    Desarrollo personal y social del alumno: revestir el aula y cuidar los condicionantes de la misma con la finalidad de promover la seguridad emocional de todo el grupo.
*    Reflexión docente: registrar las prácticas del aula a través de diarios, notas etc… para así poder analizar críticamente  todos los elementos que han participado en dicha práctica. 
*    Conocer todos los estilos de aprendizaje de los niños: tener la capacidad de valorar todos los procesos de aprendizaje sin  imponer el suyo.
*    Es un buen planificador: planifica sus programaciones de manera coherente.
*    Formación permanente: un maestro eficaz nunca debe  dejar de reciclarse, puesto que esto le ayudará a saber dónde debe  situarse con respecto a la ZDP de cada niño.
En definitiva, ser  maestro es la profesión más completa para aquel que ejerce su carrera con dedicación, vocación, amor y entrega. Un papel de vocación, servicio y sabiduría, fluye conocimiento y despierta el interés de cada estudiante en la construcción  de su vida.
ESTILOS DE ENSEÑANZA DEL MAESTRO

Nos encontramos con diferentes investigaciones que nos dan informaciones sobre si los tipos de estilos de enseñanza del maestro repercuten o no dentro de la calidad de la enseñanza.
Se destacan tres investigaciones que a continuación detallamos:

*    Los estudios de Flanders: se trataban de cuestionarios que analizaban las relaciones entre los maestros y sus alumnos y Confirmando la hipótesis de cuando el profesor favorece la consideración de los alumnos y crea un buen clima de aula, los resultados de estos alumnos aumentaban considerablemente (como gestionaba los silencios, como daba las instrucciones...etc.)

*    Los estudios de Bennet: cuestionarios basados en qué tipo de estilo ejercían los profesores. Como resultado salieron 12 estilos que iban desde los más progresistas hasta los más tradicionales. Por un lado el bloc formado por los más progresistas  se centraron en trabajar la motivación intrínseca, sin preocuparse principalmente por el control de la clase, trabajando en grupos flexibles y donde el alumno ejercía un papel importante en cuanto a sus decisiones. Por otro lado, los más tradicionales trabajaban más la motivación extrínseca potenciando el trabajo individual y con una excesiva preocupación del control y el rendimiento del grupo aula.

*    Los estudios de Rosenshine y Setevens: centrados en el comportamiento instructivo del maestro y en la correlación que existía sobre el rendimiento de los alumnos. Detectaron seis estrategias:
o   La forma de presentación de los nuevos contenidos y habilidades.
o   La práctica supervisada del alumno por parte del alumno: mediante la orientación, comprobación y comprensión del maestro hacia la tarea que está haciendo el alumno.
o   La revisión del trabajo asignado. Resaltando la importancia que tiene que las tareas sean revisadas para obtener una retroalimentación por parte del alumno.
o   La retroalimentación a partir de las correcciones.
o   La práctica independiente del alumno para tener un mayor nivel de autocontrol.
o   Las revisiones globales, con el objetivo de afianzar los contenidos aprendidos.

INTERACIÓN ALUMNO-ALUMNO.


INTERACIÓN ALUMNO-ALUMNO.
La relación de los alumnos puede incidir en los hecho siguientes:
1- PROCESO DE SOCIALIZACIÓN:
TRADICIONALMENTE, psicólogos y pedagogos han considerado la interacción profesor-alumno como la más decisiva para             el logro de los objetivos educativos, tanto de los que se refieren al aprendizaje de contenidos como de los que conciernen el desarrollo cognitivo y social. De acuerdo con Johnson (1981a), el énfasis casi exclusivo en la interacción profesor-alumno responde, al menos en parte, a la idea de que las relaciones que se establecen entre los alumnos en el transcurso de las actividades de aprendizaje tienen una influencia secundaria, cuando no indeseable o molesta, sobre el rendimiento escolar
Sin embargo, disponemos en la actualidad de pruebas suficientes que permiten afirmar sin vacilaciones que la interacción entre los alumnos no puede ni debe ser considerada un factor despreciable; por el contrario, todo parece indicar que juega un papel de primer orden en la consecución de las metas educativas
Diversas investigaciones señalan que los iguales conforman el medio ambiente que causa más impacto en el alumno ya que este tipo de interacción es mucho más frecuente, intensa y variada. Así mediante la simulación de los roles sociales en los juegos, los niños tienen la oportunidad de elaborar pautas de comportamiento comunicativo, agresivo, defensivo y cooperativo que serán esenciales para su vida adulta. Mediante la imitación se aprenden habilidades y comportamientos que se han de exibir en un ambiente determinado.
2- ADQUISICIÓN DE COMPETENCIAS SOCIALES:
La interacción constructiva favorece e incrementa la adquisición de habilidades sociales. Se comprovó en niños con una gran introversión que con niños de su edad  habían incrementado con un gran porcentaje las interacciones sociales, además aceptaban los consejos y proporcionaban más ayuda a los otros.
En las relaciones entre iguales el niño aprende mucho sobre sí mismo, sobre su propia identidad, y se forma una idea sobre su valor llegando a conocer su propia competencia al relacionarse con los demás y al compararse con ellos. Los niños así, juzgan su capacidad al comparar sus resultados con los que obtienen los demás compañeros y en definitiva se forma su autoconcepto.
En el juego simbólico de roles, los niños representan las relaciones sociales entre adultos y aprenden así a conocer su mundo social, un contexto que es crucial tanto para la individualización como para la socialización.
Citaremos algunos de los aspectos del conocimiento social y las conductas que se han de poner en práctica para relacionarse con los demás:.
            -Reciprocidad. En las relaciones entre iguales se aprecia una reciprocidad entre lo que se da y lo que se recibe
            -Empatía y habilidades de adopción de roles y perspectivas. Es la habilidad para percibir y ver una situación desde la perspectiva del otro; es la habilidad parara ponerse en el lugar del otro.
            -Intercambio en el control de la relación; unas veces dirijo yo y otras el niño. Se aprende a dirigir a otros, pero también a seguir directrices de otros.
            -Colaboración y cooperación, lo que supone trabajar junto a otro/s niño/s, facilitando la tarea común y haciendo que resulte agradable para ambos.
            -Estrategias sociales de negociación y de acuerdos
            -Autocontrol y autorregulación de la propia conducta en función del feedback que se recibe de los otros. Los iguales actúan como agentes de control reforzando o castigando determinadas conductas. Los compañeros representan un contexto intermedio entre las interacciones sociales externas adulto-niño y lenguaje interno individual del niño. Un aspecto importantísimo es el papel que los iguales tienen en la socialización de la agresividad.
            -Apoyo emocional y fuente de disfrute. En la relación con los iguales se encuentra afecto, intimidad, alianza ayuda, apoyo, compañía, aumento del valor, sentido de inclusión, sentimientos de pertenencia, aceptación, solicitud y muchas otras cosas que hacen que el/la niño/a tengan sentimientos de bienestar y se encuentra a gusto.
                        Otros aspectos importantes en las relaciones con los coetáneos son el aprendizaje del rol sexual y el desarrollo moral y aprendizaje de valores.
3-CONTROL DE IMPULSOS AGRESIVOS:
Como venimos  diciendo, las experiencias que tiene el niño con sus iguales, desde la edad de 2 ó 5 anos, en adelante, hasta la adolescencia no solo le ayudan en los aspectos sociales de su desarrollo sino que además son elementos necesarios para el proceso mediante el cual se descubre a si mismo como individuo por derecho propio. Por lo tanto la vida del niño con sus iguales tiene importancia desde un punto de vista afectivo y desde el punto de vista del desarrollo de su concepto de si mismo. En su desarrollo la asociación con sus coetáneos, el hecho de compartir con ellos ideas que no comparten en su casa, de tomar decisiones y de intervenir en actividades en las que él y sus iguales no tienen que dar cuenta a los adultos, constituyen elementos importantes del proceso mediante el cual aprende a valerse por si mismo. Para aprender a vivir socialmente con sus compañeros, el niño debe tener la oportunidad de asociarse con otros niños.
Con la interacción los niños aprenden a controlar los impulsos agresivos en el contexto de las relaciones entre iguales porque se establecen mecanismos reguladores para controlar dicho comportamiento agresivo.
Los sistemas de ayuda entre iguales y de mediación entre pares abogan por una implicación directa en la solución de los conflictos por parte del alumnado involucrado en el conflicto. Esto sólo se puede llevar a cabo si la escuela está interesada en formar a su alumnado en la filosofía y las estrategias de la negociación de los conflictos, en donde subyacen los valores democráticos de participación activa del alumnado y de corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad educativa.
4-RELATIVIZACIÓN DE LOS DIFERENTES PUNTOS DE VISTA:
Este es un elemento esencial del desarrollo cognitivo que se relaciona con la capacidad de presentar adqcuadamente la información, la solución constructiva de conflicos, la cooperación, el juicio moral autónomo, es decir el salir del egocentrismo, nos llevará a aceptar y ponernos en el punto de vista de los demás, lo cuál nos permitirá una mayor competencia social.
En la medida en que a lo largo de la edad preescolar y escolar se producen cambios personales y contextuales, surgen nuevos objetivos, cambian las situaciones que elicitan emociones y la expresión de las mismas, y se producen importantes progresos en la comprensión y regulación emocional y en la respuesta empática.
A partir de este momento la interacción con los iguales adquiere una gran relevancia como contexto relacional, y podemos esperar una interna influencia entre el desarrollo emocional y las relaciones con los compañeros. Son numerosos los trabajos sobre la importancia de la empatía, la comprensión y la regulación emocional en la competencia social, la prosocialidad y el estatus sociométrico entre iguales; sin embargo, a excepción de los trabajos sobre la cólera y regulación, no existe suficiente documentación sobre el papel de los compañeros en el desarrollo emocional.
En la edad preescolar las situaciones que provocan cólera son los conflictos, de posesión y espacio, con los iguales. En escolares la cólera es generada en mayor medida por problemas de dominancia y rechazo social y disminuye la agresión física, para aumentar la incidencia de la agresión verbal como amenazas, burlas...
Pero por otra parte la interacción entre iguales exige la inhibición o retraso de la acción y la regulación del afecto positivo y negativo. Harris (1989) sugiere que los iguales son aún más eficaces en el desarrollo de la regulación emocional que los adultos. La cultura de los pares que requiere para ser aceptado un control de los niveles emocionales y los niños se encargan de hacerlo saber, rechazando al que no lo hace


5-INCREMENTO DE LAS ASPIRACIONES Y RENDIMIENTO ACADÉMICO:
Alexander i Cambell investigaron sobre el hecho de que si los amigos tienen motivaciones hacia las mismas tareas , tendemos a seguir sus pasos.
Para conseguir un buen ambiente de trabajo y cognición surgen estas estrategias que, pudiendo ser utilizadas en cualquier curso o nivel académico y aplicarse a la totalidad de las asignaturas de los currículos escolares, presentan dos características comunes:
En primer lugar, plantean la división del grupo amplio del aula en pequeños equipos de trabajo que presenten el suficiente nivel de heterogeneidad como para poder ser representativos de la población total del aula en cuanto a los distintos niveles de rendimiento, sexo, etnia y personalidad.
En segundo lugar, intentan llevar a los miembros que componen estos equipos a mantener una interdependencia positiva mediante la aplicación de determinados principios de recompensa grupal y/o mediante una determinada estructuración de la tarea que debe realizarse para conseguir los objetivos propuestos (individuales y/o grupales).





LA PRÁCTICA EDUCATIVA FAMILIAR 

El primer y más importante agente socializador de los más pequeños, es la familia.  Institución que con el paso de tiempo ha ido sufriendo una serie de modificaciones, tanto en su estructura como en sus funciones. Estos cambios que se han ido generando, ocasionados por una serie de factores producidos a lo largo de la historia, han repercutido decisivamente no solo en sus funciones, sino también sobre otros agentes decisivos, como puede ser la escuela.
Los centros educativos, fueron creados para favorecer el desarrollo de los niños/as y servir de apoyo y ayuda a las familias en su gran cometido, educar a sus hijos. Por ende, ambos agentes educativos, tienen en común y en sus manos un mismo objetivo, educar y formar ciudadanos.
No obstante, si retrocedemos en el tiempo, podemos ver que la familia parecía tener una función clara, siendo  la encargada de educar a sus hijos, y la escuela  de transmitir conocimientos. Entre ambas, con misiones bien diferenciadas, procuraban formar personas acorde a las características de la sociedad en la que se vivía.
Gracias a los cambios que hemos sufrido con el paso de los años, nos hemos podido percatar de que tanto la escuela como la familia deben entenderse como dos contextos que, a pesar de ser distintos se asemejan entre sí, ya que ambos tienen el mismo cometido, dar respuesta a las necesidades  de los sujetos.
Ante esta situación, se hace cada vez más notorio la necesidad de implicar a las familias en la vida de los centros educativos, pero no únicamente porque la escuela se vea incapacitada para dar respuestas a las demandas que exige la sociedad, sino porque no podemos olvidarnos de las responsabilidades que las familias ejercen sobre sus hijos y por lo tanto, no podemos obviar que ambos contextos desempeñen  su función  de forma aislada.
Es importante hacer consciente al profesorado y a las familias, que si se da un trabajo colaborativo entre ambas, se está repercutiendo directamente en el desarrollo positivo de la personalidad de los niños, pero también de todos aquellos involucrados en el proceso educativo.
El papel que ambos agentes deben desempeñar no es fácil de delimitar, pero es evidente que dentro de la escuela, es la labor de los padres la que parece ser más complicada de determinar y especificar.



Nos gustaría remarcar, que aunque se lleguen a especificar los roles, es indispensable que el profesorado sea consciente que son ellos, quienes deben facilitar e invitar a la participación de las familias en la vida del centro.
La participación citada, implica a su vez que las familias sean las protagonistas de la organización del día a día de sus hijos, sean partícipes de los aprendizajes que van adquiriendo, de colaborar dentro y fuera de la escuela… en definitiva, construir entre todos un ambiente más relajado y de confianza para los niños.
Teniendo en cuenta que del maestro depende que las familias se involucren  en las actividades escolares, ofreceremos una serie de pautas que ayudarán en la media de lo posible este acercamiento:
*    Para que la relación familia-escuela sea efectiva, se debe buscar canales de comunicación que faciliten la cooperación y la colaboración. Es importante disminuir el recelo hacia la intromisión de ambos papeles a desempeñar, tanto por parte de las familias como por parte de los profesores.
*    Los maestros deben mantener actitud abierta, cercana y colaborativa, de igual modo la actitud de los padres deben seguir los mismos cauces.
*    Los padres deben estimular la independencia de sus hijos y estar en vigilancia continua de cómo estos utilizan positivamente su libertad.
*    Para que estudiar y aprender se convierta en una parte natural de la vida familiar, es necesario que éstos fijen un tiempo diario de estudios para los niños, ya que así aprenderán que estudiar es algo valorado en familia.
*    Deberemos poner en práctica una escuela abierta, dado que de esta manera las familias se sentirán integradas.
*    La escuela debe compartir con la familia la labor de educar, completando y ampliando sus experiencias formativas. Conseguir que la educación sea eficaz depende totalmente de una unidad de criterios educativos en casa y en la escuela.
*    Es importante que ambas instituciones establezcan lazos afectivos para que los  pequeños sientan que los adultos que le rodean mantienen contactos positivos entre ellos.
*    Instruir a las familias sobre materias escolares y comunicar los logros de niños y niñas.
*    Invitar a los padres y madres a asistir a la escuela y a participar en las actividades en el aula.
*    Hacer partícipes a las familias en la toma de decisiones sobre temas que conciernen a sus hijos, a diferentes niveles en la escuela.
*    No debemos mostrar a las familias que el profesorado tiene todo el poder institucional, ya que tenemos que evitar por todos los medios que se sientan inferiores.
*    Usaremos estrategias de educación para los padres (talleres, reuniones, conferencias…) como oportunidades de compartir información.
En definitiva, los niños rinden más en el ámbito escolar cuando los padres les proporcionan límites predecibles para sus vidas, estimulan un uso productivo del tiempo, y propician experiencias de aprendizaje como algo habitual en la vida familiar.

REFLEXIONES


“Mejor están dos que uno solo, porque logran mayor fruto de su trabajo. Si caen, el uno levanta al otro; pero ¡ay del solo cuando cae! No tendrá quien lo levante. Si dos duermen juntos, se calientan mutuamente; pero uno solo, ¿cómo se calentará? Si alguien avasalla a uno de ellos, los dos le hacen frente: la cuerda de tres cabos tarda en romperse.”Eclesiastés 4: 9-12

La cooperación es un esfuerzo humano que influye sobre muchos resultados educativos diferentes al mismo tiempo. En los últimos noventa años, los investigadores se han ocupado de cuestiones tan diversas como el logro, el razonamiento superior, la retención, la motivación para el logro, la motivación intrínseca, la transferencia del aprendizaje, la atracción interpersonal, el apoyo social, las amistades, los prejuicios, las diferencias de valoración, la autoestima, las competencias sociales, la salud psicológica y el razonamiento moral, entre muchas otras. Todo esto puede resumirse en tres grandes categorías (Johnson y Johnson, 1989): el esfuerzo para el logro, las relaciones interpersonales positivas y la salud psicológica
El solo hecho de juntar a los alumnos y permitir su interacción no significa que el aprendizaje aumentará, que se producirán relaciones de alta calidad entre pares o que mejorará la adaptación psicológica, la autoestima y la competencia. Los alumnos pueden facilitar u obstruir el aprendizaje de los demás o pueden ignorar por completo a sus propios compañeros. La forma en que interactúen dependerá de la manera en que los docentes estructuren la interdependencia en cada situación de aprendizaje.
La interdependencia positiva hace que los alumnos se preocupen por estimular el aprendizaje y el logro de sus compañeros. La interacción promotora puede definirse como el estímulo y la facilitación de los esfuerzos de otro para alcanzar el logro, realizar tareas y producir en pro de los objetivos del grupo. Aunque la interdependencia positiva por sí misma puede tener cierto efecto sobre los resultados, lo que influye con más fuerza sobre los esfuerzos para el logro, las re1aciones afectuosas y comprometidas, la adaptación psicológica y la competencia social es la interacción promotora cara a cara entre las personas, favorecida por la interdependencia positiva. Los alumnos se preocupan tanto por aumentar sus propios logros como por los de sus compañeros. La interacción promotora se caracteriza por (Johnson y Johnson, 1989):
1. Brindar al otro ayuda efectiva y eficaz.
2. Intercambiar los recursos necesarios, tales como la información y los materiales, y procesar la
información con mayor eficacia.
3. Proporcionar al otro realimentación para que pueda mejorar el futuro desempeño de sus
actividades y sus responsabilidades.
 4. Desafiar las conclusiones del otro y razonar para favorecer una toma de decisiones de mayor
calidad y una mayor comprensión de los problemas.
5. Promover el esfuerzo para alcanzar objetivos mutuos.
6. Influir en los esfuerzos del otro para alcanzar objetivos grupales.
 7. Actuar de maneras confiadas y confiables.
8. Estar motivado para esforzarse por el beneficio mutuo.
9. Tener un nivel de excitación moderado, caracterizado por un bajo nivel de ansiedad y estrés.
La interdependencia negativa suele hacer que los alumnos se opongan al éxito del otro. La interacción de oposición tiene lugar cuando los alumnos desalientan y obstruyen los esfuerzos de los demás. Los alumnos se ocupan tanto de aumentar sus propios logros como de evitar que sus compañeros tengan un mejor desempeño que ellos mismos. Cuando los alumnos trabajan independientemente, sin intercambio con otros, no hay interacción alguna: cada uno se ocupa de sus propios logros e ignora los esfuerzos ajenos, por considerarlos irrelevantes.
Para finalizar, me gustaría acabar con la siguiente cita:
“La productividad aumenta cuando las personas se brindan ayuda”  (véase Johnson y Johnson, 1989).

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